Fac. de Psicología, UBA. Cátedra de Psicofarmacología, Dra. Silvia Herlyn
FARMACOCINÉTICA
Lic. María Belén Ascurras Sabatella
Farmacocinética → Es el conjunto de procesos que determinan la concentración de los fármacos en la biofase.
Se entiende por biofase el sitio de acción del fármaco, destino obligado para producir un efecto. En el caso de los
psicofármacos la biofase coincide con la brecha sináptica, pudiendo actuar tanto a nivel de la neurona pre sináptica, post
sináptica o incluso en complicidad con las células de la glía.
La concentración del fármaco en la biofase es su biodisponibilidad, es decir, una fracción llamada fracción
biodisponible de la dosis administrada. Si es una fracción del fármaco la que accede a la biofase, se comprenderá que
otra fracción se pierde la llegada al escenario de la sinapsis.
El fármaco debe hacer un recorrido hasta alcanzar su objetivo y cumplir con su misión, pero ingresa al organismo con
boleto de ida y vuelta. No todos los fármacos acceden al sistema nervioso central (eso requiere de un visado), y su
estancia tiene un tiempo limitado durante la cual deben desempeñar su acción para poder abandonarlo.
Las fases/procesos a contemplar, cuando hablamos de Farmacocinética, son: Absorción, Distribución, Metabolismo,
Excreción (ADME). En términos simples: la farmacocinética es todo lo que el organismo le hace al fármaco. Algunos
autores consideran la Administración (que puede ser por vía oral, intravenosa, etc.) como otro de los procesos de la
farmacocinética, con lo cual se pueden contar 4 o 5 fases.
Vías de administración de los psicofármacos:
1) Oral o Enteral: Pasando desde la boca (ingesta oral) por el tubo digestivo, se absorben a través de la mucosa
intestinal. Tienen un peaje antes de pasar a la circulación sistémica (aquella que irriga al cerebro) pues el hígado,
gran detoxificador del cuerpo, sustrae una porción de la dosis administrada. Tiene gran latencia de absorción. La
mayoría de los psicofármacos se administran por esta vía.
2) Intravenosa e Intramuscular: son vías parenterales (paralelas al intestino). La administración intravenosa saltea
la absorción. Útiles cuando el paciente no puede cooperar y en casos de urgencia. Se pueden aplicar fármacos
como diazepam y haloperidol por vía endovenosa.
3) Sublingual: Es más rápida que la oral porque saltea al hígado. Por ejemplo, clonazepam en crisis de pánico y
antipsicóticos en casos de excitación motora.
4) Rectal: Es intermedia entre la oral y la sublingual pues algunas venas llegan al hígado y otras pasan directamente
a circulación sistémica. El diazepam se administra por esta vía en crisis epilépticas infantiles.
5) Transdérmica: Penetra a través de la piel. En el tratamiento de la dependencia del tabaco, los parches de
nicotina.
ABSORCIÓN
Consiste en el desplazamiento de la droga desde un compartimiento externo a un compartimiento interno. Un
compartimiento externo es uno en comunicación directa con el exterior; en este sentido el tubo digestivo es un
compartimiento externo. La droga administrada debe llegar a la sangre para ser transportada al sitio de acción.
Para lograrlo debe atravesar membranas plasmáticas. Si fue administrada por vía oral, para pasar de la luz
intestinal a la sangre, atravesará las membranas de las células del tubo digestivo.
Las membranas constan de una bicapa lipídica y un citoesqueleto de naturaleza proteica. El transporte más
importante a través del epitelio intestinal para los psicofármacos es la difusión simple, es decir, atravesar
directamente la membrana celular. Las cualidades que les posibilita pasar tan simplemente son:
1
, Fac. de Psicología, UBA. Cátedra de Psicofarmacología, Dra. Silvia Herlyn
a) Liposolubilidad.
Los fármacos son liposolubles (o hidrofóbicos) o hidrosolubles (polares). Es válido el ejemplo del agua y el aceite,
cuando la afinidad por los lípidos es mayor atravesarán mejor la membrana; en cambio si interactúan
cómodamente en medio acuoso les será difícil abandonar su “zona de confort” para pasar por la barrera lipídica.
Serían como “peces fuera del agua”. A mayor liposolubilidad, el pasaje es más veloz. Todos los psicofármacos
poseen esta cualidad excepto el Litio.
b) Tamaño molecular.
Las moléculas más pequeñas tienen ventaja para aprovechar los espacios entre los fosfolípidos que componen la
membrana, se pueden “colar”.
c) Ionización molecular.
Se refiere a la carga eléctrica de las moléculas. Las moléculas están compuestas por átomos que poseen
protones (cargas positivas) en el núcleo y electrones en órbitas periféricas (cargas negativas); estos últimos
pueden ganarse (cargando negativamente la molécula) o perderse (cargando positivamente la molécula). Las
cargas iónicas tienen poder de atracción sobre su complementaria, emparejandose con ella y perdiendo
libertad; “quedan enganchadas” a moléculas polares como lo es el agua.1
Cuando un fármaco no posee estas cualidades y necesita atravesar la membrana deberá contar con ayuda. El
litio es el psicofármaco que por excelencia utiliza esta vía. Transporte facilitado: es aquel en el que una proteína
socorre a la molécula permitiéndole atravesar la membrana a través de un canal (que es la misma proteína).
Puede ser pasivo (difusión facilitada) o activo (con gasto de energía).
La absorción es entonces, el pasaje de un fármaco desde un compartimiento en comunicación con el exterior al
compartimiento interior presistémico. Compartimiento pre-sistémico se denomina al conjunto de elementos ubicados
entre el sitio de absorción y la aurícula izquierda del corazón. En la administración oral la ruta del fármaco siguiendo la
circulación de la sangre es del intestino al hígado, del hígado al pulmón y del pulmón al corazón que la reenviará a todo
el organismo (SNC).
Una molécula de fármaco llega a la circulación sistémica cuando llega a la aurícula izquierda, porque de ahí será
bombeada a todo el cuerpo.
De la droga administrada se absorbe una parte, no toda. De la droga absorbida tampoco toda alcanzará la sinapsis, es
decir, no toda será biodisponible.
DISTRIBUCIÓN
1
El agua está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno. El oxígeno tiene gran afinidad por los electrones y los atrae
más hacia él, los hidrógenos son menos atractivos. Por lo cual alrededor del oxígeno se reúne “su club de fans” que tienen carga
negativa. La molécula tiene entonces dos polos (negativo y positivo). Todas las moléculas que se disuelvan bien en el agua serán
aquellas que puedan interactuar con uno o sus dos polos (por ejemplo: El litio que tiene carga positiva interactuará bien con el polo
negativo del agua).
Las moléculas no ionizadas son más liposolubles. Las moléculas ionizadas son más hidrosolubles.
2