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Introducción
Actualmente el cristiano se enfrenta a muchos retos y estímulos contemporáneos
(cambios profundos, radicales y universales; época post-religiosa que no admite una ética
basada en una fe religiosa y crisis de fundamentos y valores para fundamentar una moral)
(Álvarez, 2020, pg. 205) y ante una agenda mundial que busca de manera sigilosa revelarse
contra Dios y su verdad; de aquí la radica la importancia de que la identidad ética y moral
del cristiano estén bien definidas para mantener relevante el Evangelio. La moral es la
puesta en práctica de la ética y es la que refleja de qué está constituido realmente cada
individuo (Tabuenca, 2017). No se puede tener la victoria como creyente y mantenerse sin
mancha en el mundo sino se toman en serio las disciplinas básicas de la lectura sistemática
de la Biblia (Hiebert, 1991, pg. 39, trad. Google), la oración, la comunión con los hermanos
y el testificar valientemente a tiempo y fuera de tiempo.
Ante el surgimiento de una gran polémica a nivel mundial por temas como el
aborto; la bioética; la homosexualidad y el movimiento LGTBIQ+; la sociedad post
moderna; la eutanasia; la manipulación genética; la iglesia; el estado; la familia; la
inteligencia artificial; el narcotráfico; la trata de personas; la venta de órganos; la
globalización; el mundo multipolar; la migración y el relativismo moral o cultural, el
cristiano debe estar sumamente preparado y comprometido con defender la fe. Antes de
considerar cada tema, ya que son en su mayoría extrabíblicos, hay que reflexionar en los
principios de la Palabra (Kennedy, 2009, pg. 36, trad. Google) y los atributos de Dios y hay
que prestar atención cuidadosa en oración, con consejo sabio y piadoso, cada asunto, pero
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teniendo presente que hay que desaprobar cualquier procedimiento que resulte en la
violación de la ética cristiana.
El propósito de este documento es presentar una síntesis de lo estudiado acerca del
relativismo moral y sus implicaciones en relación al creyente. Constituir una ética y por
consiguiente una moral cristiana conlleva a una autoevaluación constante donde se
reflexiona sobre las actitudes que deben corregirse, mejorarse, fomentarse y fortalecerse
conforme al Señor (II Timoteo 3:16-17); es menester pues, prepararnos para en primer
lugar no ser engañados por el mundo (Efesios 4:14; Mateo 10:16) y para en segundo lugar,
presentar defensa de la verdad con valentía (II Corintios 10:5). El relativismo moral es tal
vez uno de los daños contemporáneos más evidente hecho a la humanidad. Por tanto,
para el estudiante que es entrenado con una perspectiva o cosmovisión cristiana, le resulta
necesario investigar qué es, a quienes podría afectar y sus consecuencias.
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I. El relativismo
El relativismo es una corriente que sostiene que todo conocimiento o valor es
relativo, condicional y/o arbitrario, por lo que no hay nada absoluto y todo depende de las
circunstancias tales como cultura (Kolawole, 2006, pg. 111, trad. Google), ética (Poole,
2013, pg. 5), política, geografía (Farrell, 2003, pg. 153) y prejuicios personales (Groothuis,
2003, pg. 53, trad. Google). Es decir, que depende del contexto y del estándar relativo
seleccionado, se puede considerar o no a algo verdadero, bueno, malo, falso o como
cualquier otro calificativo. Para el relativismo la verdad no es fija o estática sino dinámica
entre muchas otras (Concepto, s. f.). Aunque se aplica al campo del conocimiento en
general, se diferencia muy bien en el ámbito de la moral, la ética y la cultura.
II. El relativismo moral
El relativismo moral, también conocido como relativismo cultural, defiende que no
hay una verdad absoluta (Martínez, 2008, pg. 32), sino que la verdad depende de cada
individuo o comunidad en un espacio, tiempo y contexto concretos (Turiel, 2012, pg. 30,
trad. Google). Por esto, no apoya que haya una forma determinada ante la diversidad de
ideas culturales y sociedades que existen. Esta forma de relativismo se enfrenta muchas
veces a dilemas éticos, dando origen así a leyes y normas que rigen a cada sociedad (Ethics
Unwrapped, s. f.). El relativismo moral se caracteriza por: