Universidad Autónoma de Nayarit
Unidad Académica de Medicina
Asma
El asma es el padecimiento crónico pulmonar más frecuente en los niños y la
principal causa de consulta de urgencia, ingreso al hospital y ausencia escolar.
The Global Asthma Report 2014 estimó que a nivel mundial 334 millones de
personas se encuentran afectados por esta enfermedad, por lo que se le
considera un problema de salud pública mundial. En México, el estudio ISAAC
mostró una prevalencia de 8.7% en los adolescentes y 8%, en los escolares. El
síntoma más característico es la sibilancia, aunque no es exclusiva del asma.
Por su parte, la alteración fisiopatogénica principal es la obstrucción episódica de
la vía aérea, caracterizada por limitación del flujo aéreo espiratorio debido al
proceso de hiperreactividad bronquial (HRB), asimismo, el hallazgo patológico
predominante es la inflamación, en ocasiones asociada a cambios estructurales de
la vía aérea (remodelación).
Periodo pre patogénico
Agente
Los factores que pueden desencadenar o agravar los síntomas asmáticos
incluyen: infecciones virales, cambios climatológicos, alérgenos (alimentos, ácaros
del polvo casero, cucarachas, caspa de animales, pólenes y esporas de hongos),
humo de tabaco, ejercicio, contaminantes atmosféricos, estrés, y AINES, entre
otros.
Huésped
Genética: El asma tiene base genética y se identifican locus relacionados con un
riesgo más elevado en ciertas poblaciones. Sin embargo, la variabilidad genética
muestra un alto grado de heterogeneidad y puede estar afectado por factores
ambientales (epigenética). La historia familiar de atopia, es la mejor forma de
predecir el riesgo de padecer enfermedades alérgicas. Se ha reportado que,
cuando ambos padres son alérgicos, la posibilidad de que un hijo herede la misma
enfermedad es de 50 a 80%.
Género: El padecimiento es más frecuente en los niños que en las niñas a lo largo
de la primera década de la vida; sin embargo, a medida que se aproximan a la
adolescencia, el asma se vuelve más prevalente en las niñas, sobre todo en
aquellas que padecen obesidad.
, Obesidad. No hay duda que existe una asociación entre asma y obesidad, aunque
la razón aún no se conoce, varias teorías intentan explicar el mecanismo por el
cual la obesidad puede favorecer el desarrollo de asma.
Ambiente: Se observa que el incremento del asma y las alergias ocurre cuando
las sociedades se urbanizan. Los factores de riesgo ambientales, como la
contaminación del aire interior con humo del tabaco, combinado con una reducción
de la biodiversidad, también contribuye al aumento de la prevalencia. Aunado a lo
anterior, el cambio climático, con reducción de la biodiversidad, modificaciones en
la temperatura ambiental, y cambios en clima durante las estaciones de polen, son
capaces de causar cambios biológicos y químicos que a su vez provocan crisis de
la enfermedad, en especial las regiones urbanas contaminadas.
Periodo patogénico
Etapa clínica
La mayoría de los pacientes asmáticos acuden al médico cuando tienen una crisis
de la enfermedad. Presentan una gran variedad de síntomas que incluyen tos,
disnea, sibilancia y opresión torácica, pero no siempre ocurre así, ya que algunos
pacientes no refieren sibilancia y sólo manifiestan tos nocturna o con ejercicio, por
lo que es importante no olvidar el aforismo no todo lo que silba es asma ni
todas las asmas silban.
Los signos físicos asociados a la obstrucción pueden incluir taquicardia,
taquipnea, hiperinflación, sibilancia espiratoria, uso de músculos accesorios, pulso
paradójico y diaforesis, los tres últimos se pueden asociar a obstrucción grave, de
tal manera que su presencia es significativa y deben buscarse en forma rutinaria.
Con relación al pulso paradójico, se señala que depende del incremento de la
presión intratorácica sobre los vasos pulmonares y se manifiesta como una caída
de la presión arterial sistólica > 10 mm Hg durante la inspiración. Los signos de
dificultad respiratoria tienden a desaparecer rápido con un tratamiento apropiado;
sin embargo, la sibilancia toma más tiempo en resolver y se puede escuchar hasta
en 40% de los pacientes asintomáticos después de una crisis.
Prevención secundaria
Diagnóstico precoz
La historia clínica es la piedra angular para establecer el diagnóstico, el cual,
puede corroborarse con las pruebas de función pulmonar. No hay estudios de
laboratorio que permitan confirmar el diagnóstico. La radiografía del tórax, es
indispensable en todo paciente asmático, ya que ayuda al diagnóstico diferencial y
a descartar complicaciones.
Pruebas de función pulmonar. La espirometría, flujometría y pletismografía, son
los estudios más útiles en pacientes asmáticos, con la limitante que sólo se
pueden realizar en mayores de cinco años. La determinación de la capacidad vital